Método de cocción lento y suave de un preparado puesto en un molde que está a su vez dentro de otro recipiente que contiene agua.
Se utiliza tanto en cocciones al horno (flan, budín de pan, etc.) como en cocciones a fuego directo, donde es importante tener cuidado de que el recipiente en el que introducimos los ingredientes no esté en contacto directo con el agua (fundir chocolate, sambayón, merengue italiano, etc.).