Ingredientes
1 litro de leche
3 cucharadas de manteca
250 gramos de sémola
3 yemas
1 cucharadita de sal
sal
pimienta
nuez moscada
manteca derretida, cantidad necesaria
queso rallado
Preparación
Ponga a hervir la leche junto con 2 cucharadas de manteca y una cucharadita de sal. En cuanto la leche rompa el hervor, agregue la sémola en forma de lluvia mientras revuelve a toda velocidad con un batidor de alambre para evitar la formación de grumos. Cambie por la cuchara de madera y siga revolviendo do (se debe formar una especie de polenta espesa). Retire la cacerola del fuego, vuelque la preparación en un bol y mezclar las yemas, una por vez, batiendo después de cada adición.
Mézclele la taza de queso rallado y sazonea gusto con sal, pimienta y nuez moscada. Vuelque la mezcla sobre la mesa untada con manteca o agua y, con el palote también untado o humedecido, estírela dejándola de 1 y 1/2 cm. de espesor, aproximadamente.
Corte la pasta en discos de unos 7 cm de diámetro. A medida que lo hace, levántelos con espátula y acomódelos sobre una placa enmantecada y espolvoreada con queso rallado.
Amase los recortes, estírelos y siga haciendo más ñoquis.
Cubra cada ñoqui con una capa de queso rallado, rocíelos con manteca derretida y gratínelos en homo caliente hasta que se funda el queso sin dorar.
Sírvalos solos, o chorreando cada porción con crema caliente, sazonada con sal y pimienta.