por Ingredientes
1 tazas de harina
1/2 huevo
una pizca de sal
agua tibia, cantidad necesaria
Relleno
350 gramos de ricota bien seca
100 gramos de azúcar
ralladura de 1 limón grande
2 cucharadas de cáscaras de naranja abrillantadas y picadas
125 gramos de pasas de uva rubias
1 cucharadita de esencia de vainillla
1 cucharada de manteca derretida
1 yema
Varios
azúcar impalpable para espolvorear
Preparación
Ponga la harina sobre la mesa en forma de anillo y coloque en el centro el huevo y la sal.
Vaya agregéndole de a poco agua tibia, hasta formar un bollo blando que se pregotee un poco.
Estrelle el bollo desde la altura que le den sus brazos hasta la mesa, tantas veces como sea necesario. hasta que el bollo esté listo y elástico
Divida el bollo en dos porciones enharínelos ligeramente tápelos y déjelos descansar sobre la mesa mientras prepara el relleno.
Mezcle en un bol todos los ingredientes del relleno.
Estire un bollito de masa achatándolo primero con el palote y luego sosteniéndolo en el aire de los bordes y haciéndolo girar entre las manos. Se sorprenderá al ver que la masa al ser tan elástica se estira sola, o estírela con el palote bien finita.
Cuando la masa esté estirada y transparente como un papel, apóyela sobre un mantel enharinado y siga tironeándola hacia los costados, para afinarla más.
Desheche los bordes gruesos de la masa estirada.
Unte totalmente la masa con la mitad de la manteca derretida.
Coloque a 2 cm. del borde libre la mitad del relleno en forma de cordón. Encime sobre el relleno los 2 cm. de masa que dejó libre.
Levante con ambas manos los bordes del mantel, del lado donde puso el relleno y ayúdese con el para empujar la masa y enrollarla. Con el mismo método empuje el strudel y deslícelo sobre una placa enmantecada o aceitada arqueándolo o no.
Ya puestos sobre la plata, haga unos cortes oblícuos y paralelos en la superficie de cada strudel, a fin de marcar las porciones, pero no las separe.
Cocínelos en horno bien caliente, hasta que estén crujientes y doraditos.
Retírelos, si quiere espolvoréelos con azúcar impalpable tamizada, déjelos enfirar y divídalos por las maras hechas.
