Ingredientes
4 limones de cáscara gruesa
azúcar cantidad necesaria
1 cucharada de sal
agua, cantidad necesaria
Preparación
Lave los limones, córtelos en cuartos y quíteles y deseche las semillas.
Colocque los cuartos de limón en una cacerola, cúbralos con abundante agua y agrégueles 1 cucharada de sal. Déjelos en remojo hasta el día siguiente.
Al día siguiente vuelque el agua de remojo, cubra los cuartos de limón con abundante agua fresca y hágalos hervir hasta que estén tiernos pero no deshechos. Escúrralos.
Con una cucharita, desprenda la pulpa adherida a la cáscara y deséchela, o reserve para hacer mermelada.
Pese las cáscaras y mida igual cantidad de azúcar y de agua. Es decir por cada medio kilo de cáscara, 1/2 kilo de azúcar y 1/2 litro de agua.
Ponga el agua y el azúcar medidos en una cacerola y mezcle con cuchara de madera sobre el fuego, hasta que el azúcar se disuelva. No revuelva más.
Cuando el almíbar rompa el hervor, agregue las cáscaras y deje hervir despacito, hasta que el almíbar espese y las cáscaras estén translúcidas y brillantes. Apague el fuego.
Cubra una placa con un zócalo de azúcar molido.
Escurra las cáscaras y apóyelas sobre el azúcar, sin encimar.
Dé vuelta las cáscaras para rebozarlas del otro lado.
Apoye las cáscaras así rebozadas sobre una rejilla y ésta a su vez sobre una asadera.
Séquelas en horno de calor mínimo, con la puerta entreabierta, como si hiciera merengues. Dé vuelta las cáscaras una vez durante el secado. Otra forma de secarlas es, calentando el horno y apagarlo y poner dentro las cáscaras. Repita la operación las veces que necesarias hasta que el azúcar se seque. La temperatura siempre deberá ser suave, de lo contrario el azúcar se funde y acaramela. También puede ternimar de secarlas, sin no hay humedad a la temperatura ambiente.
Una vez frías guardelas en frascos bien cerrados.