3 kg de sandía pelada y sin semillas
azúcar cantidad necesaria
almidón de maíz cantidad necesaria
pétalos de jazmín (libres de pesticidas)
2 ramitas de canela
50 g de chocolate semiamargo
pétalos de jazmín para decorar cantidad necesaria

Preparación

Cortar la sandía en trozos; retirar la cáscara (las partes verdes y blancas) y las semillas.

Cortar la pulpa en trozos recuperando el jugo de la fruta.

Pasar los trozos de sandía por un colador de malla fina o un triturador de verduras.

Calcular 300 de azúcar y 50 g de almidón de maíz por litro de líquido obtenido.

Colocar el azúcar y el almidón de maíz en una cacerola; agregar el jugo de sandía lentamente y sin dejar de mezclar.

Envolver los pétalos de jazmín con un trozo de gasa formando una bolsita e incorporarlos a la
cacerola junto con las ramas de canela.

Llevar la mezcla a fuego medio y cocinarla, revolviendo continuamente, hasta que espese (108°). Agregar el chocolate picado y seguir cocinando, sin dejar de revolver, hasta que éste se haya fundido.

Retirar la preparación del fuego y envasarla en frascos de 1/2 kg, previamente esterilizados.

Tapar y esterilizar durante 20 minutos.

2 kilos de Calabaza anco pelado y sin semillas
agua cantidad necesaria
cal viva 1 cucharada

Para el almíbar

750 gramos de azúcar
2 canela en rama
5 clavo de olor

Preparación

Cortar la calabaza con la mandolina en láminas finas.

Arrollar las láminas superponiendo 2 ó 3 y sujetarlas con un palillo.

Colocar los rollitos en un recipiente de vidrio y, cubrirlos con abundante agua, incorporar la
cal viva.

Mezclar bien, con una cuchara hasta disolver.

Dejar reposar durante 1 hora.

Retirar y lavar bien para sacar los restos de cal.
Reservar.

Poner el azúcar en una cacerola y cubrir con agua.

Agregar la canela y los clavos de olor.

Llevar a fuego moderado hasta obtener un almíbar hilo flojo.

Colocar los rollitos de calabaza en el almíbar.

Bajar el fuego y cocinar durante 10 minutos hasta que los rollitos estén cocidos, transparentes y firmes.

Retirar y escurrir.

Quitar los palillos.

1 kg de peras Nashi
Jugo de 1 y 1/2 limón
1/2 kg de ciruelas negras
375 g de azúcar
750 cm3 de agua
1 ramita de canela
1 chaucha de vainilla

Preparación

Lavar muy bien las frutas y secarlas con papel de cocina.

Pelar las peras y cortarlas por la mitad; retirarles los centros y colocarlas en un bol; rociarlas con el jugo de limón y reservarlas tapadas.

Cortar las ciruelas por la mitad, girar los carozos y sacarlos; juntar las ciruelas con las peras y reservarlas tapadas.

Poner el azúcar, el agua y la canela en una cacerola. Abrir la vaina de vainilla por la mitad, retirar las semillas raspando con un cuchillo e incorporarlas a la olla; agregar la vaina y llevar la mezcla al fuego.

Cuando rompa el hervor, adicionar las peras y las ciruelas. Dejar que la preparación recupere el hervor y, luego, retirarla del fuego.

Pelar las frutas, distribuirlas en frascos de 1/2 kg, previamente esterilizados, y cubrirlas con el líquido de cocción. Tapar y esterilizar durante 20 minutos.

2 kilos de batatas
2 tazas de agua
1 taza de azúcar
3 clavos de olor
1 canela en rama
1 cucharadita de agua

Masa

(ver receta)

Preparación

Lavar bien las batatas y poner a cocinar con cáscara y tapadas en una cacerola con una taza de agua hasta que estén bien cocidas, retirar, pelar y hacer un puré.

Hacer en una sartén, con la taza de azúcar y la cucharadita de agua, un caramelo, cuando esté listo, sin que se pegue en el fondo mezclar con le puré de batata, los clavos de olor y la canela en rama.
Tomar los discos de masa, colocar en el centro una porción de relleno, formar las empanadas y cocinar en horno caliente.

NOTA: Al retirar del horno pueden bañarse con 3 claras botidas previamente con 3 cucharadas de azúcar e introducir de nuevo en el horno para que se doren ligeramente.

1/2 kilo de cerezas descarozadas
azúcar, el mismo volumen que de cerezas
un trocito de canela en rama o chaucha de vainilla
cáscara de limón

Preparación

Lave las cerezas y quíteles el carozo.
Mídalas en una taza y colóquelas en un bol con igual volumen de azúcar y déjelas así hasta el día siguiente.
Póngalas a hervir a fuego suave, junto con la corteza amarilla de limón y un trocito de canela en rama o  chaucha de vainilla.
Cuando las cerezas estén tiernas pero no deshechas escúrralas y póngalas en frascos esterilizados.
Siga hirviendo el almíbar hasta que tome punto de “hilo fuerte” o sea hasta que esté espeso.
Vierta sobre las cerezas.
Espere que el dulce se enfríe y recién entonces tápelo intercalando entre la tapa y la superficie del dulce un disco de papel filtro empapado en alcohol fino.

1 Kg. de fruta fresca
2 vasos de agua
175 gr. de azúcar
1 rama de canela
1 cucharadita de maicena
4 cucharadas de vino blanco
crema de leche

Preparación

Lavar las frutas, (pueden ser: ciruelas, manzanas, damascos, grosellas…) deshuesarlas, y cortarlas en trozos grandes.
Reservar.
En una cacerola, poner el azúcar con dos vasos de agua, calentar hasta que el azúcar se haya
disuelto. Dejar cocer durante 5 minutos.
Añadir la fruta a este almíbar, agregar la canela y cocer todo junto a fuego suave, durante 5 minutos más, hasta que la fruta esté tierna.
Con una espumadera, sacar la fruta a una fuente y reservarla.
En una cacerola mezclar la maizena con el vino echándolo poco a poco sobre el almíbar. Subir el fuego y dejarlo hervir un minuto removiendo constantemente.
Una vez frío, bañar las frutas con él.
Servir la compota muy fría acompañada de crema de leche líquida.

1 kilo de higos
1 botella de vino tinto
jugo y cáscara de una naranja
canela en rama
1 clavo de olor
azúcar, a gusto.
crema de leche

Preparación

Poner el vino en una cacerola con el jugo y la cáscara de naranja, unos trozos de canela en
rama, el clavo de olor y el azúcar.
Cocer destapado hasta que el vino se haya reducido a la mitad. Añadir los higos, dejándolos hervir unos 10 minutos todo junto.
Servir frío, en plato de cristal redondo y decorarlo con crema de leche batida.

cáscara finita de 1/2 limón
cáscara finita de 1/2 naranja
2 ramitas de canela
10 clavos de olor descabezados
10 terrones de azúcar
2 pocillos de coñac
5 pocillos de café bien fuerte.

Preparación

Ponga en una cacerolita la piel finita de limón, la de naranja, las ramitas de canela, los clavos de olor descabezados, los terrones de azúcar y el coñac.
Revuelva continuamente sobre el fuego hasta que el azúcar se disuelva.
Entonces préndale fuego, deje arder 1 minuto y luego apague con los cinco pocillos de café recién hecho y bien fuerte. Rinde para 6 personas.

1 pieza de clavo de olor
1 cm. de canela en rama
2 cm. de cáscara de limón
2 cm. de cáscara de naranja
1 pocillo de agua
1 cucharada de azúcar
2 cucharadas soperas de coñac
2 pocillos de café
2 cucharadas soperas de cointreau

Preparación

Poner el clavo de olor, la canela y las cáscaras con el agua en una ollita a fuego lento.
Dejar reducir hasta que casi se seque.
Agregar el azúcar y el coñac.
Unir el cointreau.
Flambear y echar sobre el café bien caliente.

30 nueces frescas
1 1/2 litros de alcohol fino
3/4 de kilo de azúcar
1 trocito de canela en rama
3 clavos de olor
1 limón

Preparación

Preparar el jarabe, disolviendo sobre el fuego el azúcar en 400g de agua.

Con un cuchillo cortar todas las nueces, con su cáscara, en cuatro gajos.

Poner en un bol grande, verter encima el alcohol, añadir la canela, los clavos, la corteza de limón y el jarabe que se habrá dejado enfriar completamente. Remover y verter todo en una damajuana pequeña o en una vasija de cierre hermético, de 4 a 5 litros de capacidad. También se pueden distribuir las nueces y demás ingredientes, en partes iguales en dos o tres vasijas.

Guardar en un sitio más bien cálido durante 40 días, y agitar de vez en cuando.

Trasncurrido este tiempo, filtrar el licor por un colador de té para eliminar las nueces, la canela, los clavos y la corteza del limón.

Filtrar por segunda vez para clarificarlo, por papel absorvente. Recoger el licor en un bol grande y envasar, procurando que las botellas estén perfectamente limpias, secas, y tengan cierre hérmetico.

NOTA: Para hacer este licor se emplean las nueces antes que maduren completamente, es decir, cuando su cáscara está suave y verdosa.