6 yemas

6 claras

1 y 1/2 tazas de fécula de maíz

3/4 tazas de azúcar

1 cucharadita de polvo de hornear

1/2 cucharadita de sal fina

1/4 cucharadita de cremor tártaro

1 cucharadita esencia de vainilla

ralladura de la cáscara de 1/2 limón

Preparación

Cernir la fécula de maíz con el polvo de hornear.

Batir las yemas con el azúcar muy espumosas y agregarle la esencia de vainilla y la ralladura de limón.

Batir las claras a punto de merengue con la sal y cremor tártaro.

Agregar a las yemas la fécula de maíz, poco a poco, e ir intercalando con las claras.

Mezclar suavemente. Colocar en molde sin enmantecar.

Cocinar en horno moderado durante 40 minutos. Desmoldar sobre rejilla.

100 gramos de manteca blanda
3/4 de taza de azúcar impalpable
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de ralladura de limón
1 y 1/3 de taza de harina
1/2 cucharadita (tamaño café) de bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita de cremor tártaro
azúcar molida, cantidad necesaria

Preparación

Bata en un bol la manteca junto con el azúcar impalpable, la esencia de vainilla y la ralladura de limón, hasta obtener una crema.

Agréguele el huevo y siga batiendo.

Tamice la harina junto con el bicarbonato y el cremor tártaro y agréguela al batido anterior. Mezcle y vuelque sobre la mesa bien enharinada. Una rápidamente hasta obtener un bollo muy tierno y liso. Lleve a la heladera hasta que tome consistencia para ser estirada.

Una vez que la masa esté consistente, estírela fina sobre la mesa enharinada, córtela en discos chicos, píntelos apenas con jugo de limón, levántelos con espátula y presionelos contra el azúcar molido.

Colóquelos espaciados sobre placas enmantecadas y enharinadas, con la parte azucarada hacia arriba.

Cocinelos en horno caliente hasta que estén sequitos, con los bordes dorados. Siga haciendo con los recortes más bizcochitos, en cuanto se enfríen, pruébelos, si están bien hechos deben quedar crocantes.