1 peceto sin grasita ni cuerito
4 huevos duros
2 latitas de morrones al natural
sal
1 cucharada de pimienta en grano triturada
2 hojas de laurel
1 cucharadita de orégano
100 gramos de manteca
1 taza de vino blanco seco
1 cubito de caldo de verduras
agua
lechugas braseadas (ver receta)

Preparación

Ahueque el peceto de cabo a rabo, haciéndole en el cento dos incisiones en forma de cruz. Sazónelo con sal y pimienta.

Pele los huevos duros y envuelva cada uno con los morrones al natural.

Con paciencia, rellene el peceto con los huevos duros.

Enhebre una aguja y cosa los extremos del peceto para que el relleno no se escape, por si fuera poco ate el peceto con vueltas de piolín, apretado como si fuera un matambre.

Derrita la manteca en una cacerola y dore el peceto.
Agréguele de a chorritos el vino mientras le incorpora el laurel, el orégano y la pimienta triturada. Mientras agrega el vino raspe el fondo de cocción, así se va formando una salsita oscura.

Una vez agregado todo el vino, tape la cacerola y cocine la carne a fuego suave durante 1/2 hora.

Destape, agregue el cubito de verduras, desmenuzado y continúe la cocción, agregándole a la carne chorritos de agua, para mantener el volumen de salsa hasta que la carne esté bien tierna.

Escurra el peceto y quítele las ataduras y costuritas.

Córtelo en rodajas, dispóngalas en fuentes precalentadas, cuele sobre ellas toda la salsa y acompañe con las lechugas braseadas.