Consejos al Preparar Huevos

El huevo como ingrediente básico

El huevo es un ingrediente básico, porque:

• Casi todas las recetas incluyen huevos.

• Tiene gran versatilidad para preparaciones diversas.

• Da gran variedad a la comida y contiene los elementos esenciales para la nutrición de todas las edades.

• El huevo proporciona la proteina y es uno de los alimentos más económicos.

• Por la protección de la cáscara permanece fresco durante bastante tiempo.

El color de la cáscara

Algunas personas, creen que el color de la cáscara influye en la calidad del huevo. Esto es erróneo. El color de la cáscara lo da la raza de la gallina, pero el valor nutritivo del huevo es siempre el mismo.

Los mejores huevos son los provenientes de granjas que cuidan las condiciones de higiene, alimentación y salud de los animales.

Consejos al Preparar Huevos

Los huevos deben estar siempre a temperatura ambiente a la hora de prepararlos, para que al batirlos esponjen más. Cuando se vayan a separar las yemas de las claras es más fácil si están fríos. Después de separados deben dejarse una hora antes de prepararlos.

Siempre es mejor cocinar los huevos a temperaturas bajas para que las claras queden cremosas y las yemas húmedas.

Al batir claras a punto de nieve, éstas deben quedar muy firmes para que acumulen la mayor cantidad de aire, lo que ayudará a esponjarlas a la hora de la cocción. El batido siempre hay que hacerlo a último momento.

Formas de Cocinarlos

Con cáscara:

Pasados por agua: Se calienta agua y cuando suelte el hervor se echan los huevos con una cuchara para evitar que se rompan. Se cuentan tres minutos para huevos tibios.

 Duros: Se dejan diez minutos en agua hirviendo. No deben dejarse más tiempo porque se ponen negros. Para quitar fácilmente la cáscara se ponen bajo el chorro de agua fria y se pican los extremos con un tenedor.

Sin cáscara:

Fritos: Se pone una cucharadita de aceite o margarina vegetal en el sartén, se calienta despacio. Una vez que está caliente, se casca el huevo y se echa en el centro. Se tapa y se deja dos minutos si se quiere la yema blandita o tres si se quiere más dura.

Pericos: Se baten en una taza con una cucharada de leche y un cuarto de cucharadita de sal. Se tiene la cacerola al fuego con una cucharadita de margarina vegetal y cuando esté caliente, se vierte el batido. Se remueve suavemente con un tenedor para que se cocine parejo. Puede agregarse a gusto cebolla picada, jamón, salchichas, etc.

Tortilla: Se baten como para pericos, se añaden condimentos a gusto, se echan en una cacerola caliente por dos minutos a fuego medio. Luego se dan vuelta para que se doren de ambos lados. La diferencia está en que los pericos se revuelven y se tapan, pero la tortilla no.

Omelette: Es el mismo proceso de la tortilla, sólo que no se da vuelta sino que se rellena con queso, jamón o cualquier ingrediente y luego se dobla por la mitad. Luego se tapa y se deja hasta que se termine de cocinar y dorar.

Poche: Son los mismos huevos escalfados, que se echan sin cáscara en agua con un poquito de vinagre y sal a gusto, se dejan tres minutos, se retiran con una espumadera.

Cocotte: En un recipiente refractario se pone una cucharadita de margarina, se casca el huevo, se le coloca por encima una cucharadita de crema de leche y una cucharadita de queso parmesano y se lleva al horno precalentado a 350 grados por cinco minutos, o unos minutos más si se desea la yema más dura.

Conservación

Los huevos frescos se mantienen frescos a temperatura ambiente, en un lugar preferentemente oscuro, por 15 a 20 días. Hay que evitar los cambios bruscos de temperatura. Si se conservan en la heladera deben utilizarse al momento de retirarse de ésta, y no es conveniente volver a refrigerarlos.

Siempre se recomienda mirar la fecha de vencimiento en los empaques de huevos, para asegurarse de que estén frescos. También, chequear su apariencia: deberán estar limpios, sin quebraduras ni humedad, y verse lozanos (a medida que el huevo envejece, se torna opaco).

Cómo congelarlos

Los huevos nunca deben congelarse con cáscara porque la expansión causada por el frio hace que se rompan.

Pueden congelarse las yemas y las claras juntas, agregando una cucharadita de sal por cada taza de huevo. Al mezclarlos no se deben batir, para que no entre aire al huevo.

El huevo se empaca en recipientes de plástico cerrados herméticamente, dejando dos centimetros de espacio para que se expandan dentro del empaque.

El huevo congelado dura hasta cuatro (4) meses.

Para descongelar se pasan a la heladera. Si se guardaron claras solas deben dejarse una hora a temperatura ambiente antes de batirlas a punto de nieve.

 

 

 




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