Ingredientes (para 1 docena, 8 personas)
Masa:
• ½ kg de harina
• 5 cucharadas de grasa derretida tibia
• Salmuera
Relleno:
• ½ kg de dulce de cayote (1 kg cayote, ralladura de limón, jugo de 1 limón, 800 g de azúcar por cada kg de cayote)
Blanqueo:
• 500 g de azúcar impalpable
• 1 limón
• 3 claras de huevo
Preparación
Masa:
Con los ingredientes, formar una pasta elástica que debe amasarse sobre la mesada enharinada hasta que esté bien lisa.
Hacer un bollo y dejar descansar, tapado con repasador, durante 20 minutos. Repartir la masa en bollos pequeños, estirar la masa con el palote, dando forma redonda y algo fina.
Distribuir una cucharada colmada de dulce de cayote sobre los discos de masa, pintar el borde con agua y cerrar formando las empanadillas, presionando los bordes con un tenedor, para evitar el escape del dulce.
Acomodar las empanadillas en una fuente y llevar a horno no muy caliente, hasta cocinar la masa, aproximadamente de 15 a 20 minutos.
Servir fría, sola o espolvoreada con azúcar impalpable.
Dulce de cayote:
En principio, pelar el cayote. Para ello, colocar el cayote en horno caliente y, luego de un rato, al sacarlo podrá desprenderse la cáscara con facilidad.
El secreto para que el dulce salga bien fibroso es desarmarlo con las manos, no con el cuchillo. Una vez que está desmenuzado todo el cayote, se lo coloca en una olla (no se le echa ni una gota de agua), se le agrega el azúcar y el jugo del limón, se mezcla y se deja macerar hasta el día siguiente.
Luego se pone a hervir la preparación a fuego lento, agregando la ralladura. Se deja cocinar, despacio, hasta que el cayote quede transparente.
No se debe olvidar de mezclar constantemente con una cuchara de madera. El dulce de cayote puede utilizarse como relleno de las empanadillas y también se puede acompañar con nueces, quesillo o solo, siendo un postre típico del noroeste argentino.
Blanqueo:
Poner en un bowl las claras. Batirlas a punto nieve y agregar el azúcar. Seguir batiendo hasta que se forme una preparación espesa y lisa; agregarle el jugo del limón colado y continuar batiendo hasta que tome consistencia.
Colocar esta preparación a las empanadillas hechas. Dejar que se seque el blanqueo y servir.
En Tucumán esto se llama “empanadilla”