Ingredientes
2 huevos
1/4 litrode leche
3 cucharadas colmadas de harina
una pizca de polvo de hornear
1 pizca de sal
aceite de girasol para freír
azúcar para espolvorear
Preparación
En una jarra o bol ponemos los huevos, la leche, la harina, la levadura y la sal. Los mezclamos bien con la batidora.
Ponemos al fuego una sartén mediana con una cucharada de aceite de girasol. Cuando esté a fuego medio, echamos un cucharón (o dos, según tamaño de la sartén) de la pasta y movemos hasta cubrir todo el fondo de forma homogénea.
Cuanto más fina sea la capa, mejor sabrá.
Cuando el frisuelo esté dorado por abajo, separamos la sartén del fuego y la inclinamos para comprobar que está despegado (nos podemos ayudar con un tenedor de madera) y, con energía, lo volteamos haciéndolo saltar en el aire y recogiéndolo de nuevo.
Doramos por el otro lado y lo sacamos en un plato grande y plano, en cuyo fondo se ha espolvoreado una cucharadita de azúcar.
Pondremos más azucar encima de cada frisuelo… y así los vamos apilando.