Ingredientes
1 gran trozo de zapallo
100 % de agua
180 % de azúcar
Cal viva: cantidad necesaria
Preparación
Pelar el zapallo y desechar las semillas. Cortar en cubos.
Dejar en reposo en una mezcla de 2 litros de agua y 2 cucharadas de cal viva, durante aproximadamente 5 horas (cuanto más tiempo se lo deja, más duro y más oscuro queda).
Luego, enjuagar bien. Pesar los cubos y calcular el 100 % de agua (el mismo peso que de zapallo neto) y el 130 % de azúcar.
Hervir el agua con el azúcar durante 3 minutos. Echar los cubos y cocinar a fuego suave hasta que estén cocidos pero firmes, lo que se ve porque se ponen translúcidos.
Retirar con espumadera y ubicar, lo más ajustadamente posible, en frascos de vidrio de tapa metálica hermética, llegando casi hasta la rosca. Hervir, de ser necesario, un poco más el almíbar (esto depende del gusto personal).
Echar el almíbar caliente sobre los cubos y asegurarse de que corra dentro del frasco, retirando todas las burbujas de aire. Llenar con el almíbar hasta el borde del frasco.
Cerrar y esterilizar, en agua hirviendo, durante 25 minutos (tiempo estimado para frascos de
400 g).
La cal es la clave para que el zapallo quede firme por fuera y absolutamente tierno por dentro, Conseguirla a veces no es fácil, pero en las casas de repostería bien provistas la venden en polvo o en trozos. Se la puede guardar más de un año.
NOTA: Una variante riquísima y muy de moda. Una vez cocidos los cubos, incrustarles a cada uno un trocito de nuez. Luego, acomodar los cubos en los frascos cuidando que las nueces se vean bien y seguir el procedimiento de la receta.