Ingredientes
750 gramos de frutillas
100 cc de vino blanco seco
150 gramos de azúcar
jugo colado de 2 limones
150 gramos de crema de leche
2 cucharadas de Kirsch
canela en polvo o cacao dulce para espolvorear
Preparación
Coloque el vino y el azúcar en una cacerolita y revuelva con cuchara de madera sobre fuego suave, hasta que el azúcar se disuelva.
Agréguele las frutillas y deje sobre fuego suave 2 minutos.
Retire la cacerola del fuego y agréguele las frutillas.
Procese todo junto, agregándole el jugo de limón.
Cuando esté convertido en una crema espesa, lisa, roja, viértala en un bol y mézclele la mitad de crema de leche y el kirsch. Pruebe por si quisiera agregar más de uno u otro ingrediente.
Tape el bol y guardelo en la heladera hasta que esté bien fría la mezcla.
Bata la crema restante hasta que esté espesa, casi a punto chantillí.
Distribuya la sopa de frutillas en platos soperos bonitos o en cremeras suficientemente grandes.
Ponga la crema batida en una manga con boquilla lisa de 1/2 centímetro y haga en el borde de cada sopa lunares espaciados, formando una guarda.
Tome un escarbadiente y con pulso firme, húndalo en la sopa y trace un círculo imaginario en el borde, atravesando los lunares de crema por la mitad y sin levantar la mano. Resultará que los lunares se convertirán en una guarda de corazoncitos.
Espolvoree el centro de la sopa con la canela en polvo o el cacao y sirva enseguida.
NOTA: Si al agregarle la crema de leche a la sopa resultara demasiado pálida, agregarle uns gotas apenas de colorante vegetal rojo.