El queso feta es un lácteo blando, blanco y sin piel que se sumerge fresco en una salmuera para darle el típico gusto salado. En Grecia se elabora a partir de leche cruda de oveja o mezclada con leche de cabra (hasta un 30 por ciento), aunque en Argentina se utiliza también leche de vaca para su elaboración.
Ingredientes
500 g de espinacas frescas
250 g de cebolla
250 g de queso feta
60 g de aceite de oliva extra virgen
2 cdas. de perejil fresco
1 cda. de eneldo fresco
30 cc de leche
30 g de manteca
2 huevos
250 g de pasta filo
sal
pimienta
Preparación
Blanquear las espinacas en agua hirviendo durante un minuto. Escurrir y reservar.
Rehogar la cebolla picada bien fina, picar las especias y desmenuzar el queso feta.
En un bol grande, mezclar la cebolla, las espinacas, el queso, la leche, los huevos, el eneldo, el perejil y la manteca, y salpimentar a gusto.
Untar un molde con manteca e ir poniendo capas de masa filo, pincelando cada una con aceite. Al tener la mitad de las capas en la fuente, agregar el relleno y cubrir con la otra mitad de hojas, sin olvidar untar en aceite capa por capa.
Marcar las porciones del pastel, pincelar con aceite y rociar con un poco de agua. Hornear durante una hora a 180 ºC.
Servir a temperatura ambiente.